El sol de primavera, el olor a lavanda y el jardín en todo su esplendor primaveral son los ingredientes perfectos para una merienda al aire libre; Nosotros ponemos el café, unas magdalenas caseras de canela y manzana, un precioso comedor rústico y una mesa decorada en blanco, y ya tenemos una tarde perfecta para descansar y disfrutar de la familia.








Gracias a Silvia por la agradable tarde en su jardín y sus postres

1 comentarios:

De nada Lucia, siempre es un placer tener a toda la familia reunida.

 

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